Desde la llanura te observo,
despertaste los fantasmas,
esos pues, que teníamos enterrados
por siglos, por vidas, por cruzadas.
No te bastaron los sacrificios y los tormentos,
no te bastaron los crucifijos que coleccionaste.
No te bastaron los juicios, las criticas, el abandono,
ni tu propio abandono.
Hoy despertaste los fantasmas,
esos pues, que carcomían la vieja puerta, que hoy carcomen tus recuerdos,que carcomen tu vida y reviven en cada célula.
Ya lo olvidaste, y puteas en la fantasía, esa tan poco tangible,
esa que se desvanece en cada suspiro, esa que te visita cada noche, esa que gira contra reloj.
Olvidaste decir adiós, por que ya no lo recuerdas
y vives en tu puta fantasía, esa a la que yo, no le llamo vida.
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